miércoles, 24 de abril de 2013

El Matadero


El matadero habla del ambiente político de Argentina durante la época de la dictadura de Juan Manuel de Rosas. Su forma de gobernar aterrorizaba mucha de la población del país durante muchos años de tortura y asesinatos políticos.  El cuento tiene la intención de mostrar al lector que aquel clima violento no era bueno para el país y que Argentina tenía que encontrar una alternativa más semejante a la de los unitarios y jóvenes del país. Echeverría creía que este gobierno hacia mucho daño al progreso del país ya que solía destruir nuevas ideas y también las nuevas teorías políticas, las cuales tenía el poder de adelantar el país en la forma de muchas personas  que deseaban un nuevo camino político. Los jóvenes estaban completamente en contra de la violencia de Rosas y muchos de ellos apoyaban las ideales de la oposición que eran los unitarios.
El cuento empieza durante una inundación que causa una crisis económica en Buenos Aires. La crisis se manifiesta en una falta de vacas para el consumo y el autor lo usa para mostrar la corrupción que se vivía en el régimen de Rosas. La dictadura explotaba la iglesia para controlar la gente y así agrandar el clima violento de la política del país. De esta manera se hace obvia la inclinación de la iglesia a favor de las federales y contra sus rivales políticos: los unitarios. El poder de la iglesia sobre la gente asegura que los unitarios quedaran como enemigos detestados del estado mientras que los federales aparecen como líderes escogidos por la voluntad de Dios. En este clima es fácil para la dictadura federal presentarse como héroe de la gente que protestaría la población de la maldad de los unitarios.
Este control se manifiesta cuando al fin el gobierno provee cincuenta novillos gordos para ayudar a aliviar la falta de res en la ciudad. Los novillos no son suficientes para alimentar toda la población de la ciudad y son los federales y sus intereses privados que disfrutan la mayoría de la carne mientras los pobres de la ciudad quedan sin nada y luchan por lo que dejan los carniceros del matadero. La iglesia ayudó a prevenir una rebelión por mandar a la población abstenerse de la carne mientras Rosas y sus secuaces se engordaron.
El autor crea un mundo en que la cosa mas deseaba por los federales es carne y así ellos se parecen más a caníbales que seres humanos. También muestra la multitud del matadero, que esta compuesta por los pobres de las afueras de la ciudad y el poder de Juan Manuel de Rosas. La multitud aparece como un grupo cruel que disfruta la tortura de los que no están de acuerdo con ellos.




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